Por primera vez desde la creación de los Edison Awards, en 1987, una empresa española recibe este galardón. La factoría burgalesa Hiperbaric ha sido distinguida en la categoría de tecnología aplicada a la alimentación, en una edición en la que resultaron premiadas multinacionales del prestigio de LG, Lenovo o General Electric.
«Estamos muy orgullosos y contentos», declaró Francisco Purroy, director técnico de Ventas de Hiperbaric, ya que «la primera sorpresa fue estar nominados», aunque concedió que «dentro de nuestra categoría éramos más optimistas respecto a nuestras oportunidades», a pesar de ser la única candidata no americana.
Esta distinción repercutirá «a nivel de reputación, de marca y de marketing», apuntó Purroy, ya que «ayuda a ser más reconocidos, y puesto que Norteamérica es nuestro principal mercado y también nuestra competencia, contribuye tremendamente a aumentar la reputación». De hecho, Purroy declaró que Hiperbaric prefiere huir del marketing agresivo propio de esa tierra, dado que prefieren «ser más cautos y amistosos. Nos gusta competir y ya está, y les estamos ganando por la mano porque nos estamos llevando la mayoría de operaciones en su propio mercado. Pero por una cuestión de que hacemos una máquina, ofrecemos un servicio y un apoyo al cliente que son mejores».
El galardón es un premio a la trayectoria innovadora de Hiperbaric durante los últimos años, así como a la implementación de su tecnología a nivel mundial. El director técnico de Ventas resaltó la evolución desde «una tecnología prototípica», hasta trabajar con clientes de la talla «Starbucks o Kraft».
Purroy aseguró que es «el galardón más importante e internacional» que ha recibido la empresa, aunque destacó la importancia de las distinciones a nivel local y regional, que permiten «reclutar talento y fichar a gente buena en Burgos y Castilla y León». «Estamos encantados», sentenció.
En 2005, Hiperbaric se convirtió en la empresa líder mundial en el sector de las máquinas industriales de procesado de alimentos por alta presión. La evolución ha llevado a la compañía a pasar de tener una plantilla de 25 trabajadores y facturar cerca de siete millones ese año, a dar empleo a más de 100 personas, contar con una filial en Estados Unidos, y prever una facturación superior a los 50 millones de euros para este 2015. Esta estimación supondría, a su vez, un incremento del 20% respecto al nivel de 2014 -41 millones-. De esta cifra, más del 90% corresponde a la exportación, que traducido a las máquinas que producen, un total de 26 el año pasado, supondría que 23 de ellas se vendieron fuera de las fronteras de nuestro país.
De cara al futuro, Purroy asegura que las «perspectivas son halagüeñas y seguimos teniendo potencial de crecimiento».

  • Fuente: El Correo de Burgos
  • Autor: Andrés Seoane
  • Fotografía: Raúl G. Ochoa