El Grupo Antolín cerró ayer, tras obtener la autorización de las autoridades de la competencia (quedas aún pendientes las de algunas administraciones chinas), la compra de la división de interiores de Magna Internacional, lo que le convierte en uno de los principales fabricantes de interiores del sector del automóvil mundial.
Tras esta operación, cifrada en 484 millones de euros, la compañía crea una quinta unidad de negocio, la de Paneles de Instrumentos (que se suma a las de Techos, Puertas, Asientos e Iluminación), que tendrá su sede en Allershausen. Esta localidad alemana cercana a Múnich se convierte en el segundo centro más importante de la multinacional, y reunirá entre 200 y 300 trabajadores centrados en la nueva actividad.
Desde la compañía presidida por Ernesto Antolín se insistió ayer en que Burgos se refuerza como sede central, no solo de uno de los fabricantes clave del sector del automóvil global, sino de una industria española líder a nivel mundial, con unas ventas que superan los 4.000 millones de euros y 28.000 trabajadores en plantilla.
Para situarnos en el mapa del sector, el Grupo da un salto del puesto 66 al 48 en el ranking de proveedores mundiales del automovilístico. En ámbito del interior del vehículo, el primer proveedor es Yangfen Johnson Control, el segundo Faurecia y Antolín se sitúa el tercer lugar junto con IAC.
La compañía burgalesa está presente en 26 países con un total de 161 fábricas (al añadir las 36 de Magna Interiors). Además, amplía su capacidad industrial en los mercados del Reino Unido, Estados Unidos, México, China y Europa del Este. De hecho, se empezarán a fabricar paneles de puerta en Estados Unidos, alcanzando uno de sus objetivos estratégicos que perseguían.
Otro de los aspectos clave de la compra ha sido el apoyo de los clientes, que han mostrado su interés para que esta transacción llegase a buen puerto. Se mejora y crece la base de clientes y la presencia en todos los segmentos del sector: desde los modelos más básicos a los premium. La adquisición de nueva tecnología para la producción de paneles de instrumentos y ciertos modelos de puertas premium ha sido otro aspecto fundamental.
La empresa destacó ayer en un comunicado que esta integración le permite convertirse en una corporación «más diversificada y resistente a la volatilidad económica», ya que incorpora nuevos productos a su cartera y amplía su presencia en diferentes mercados.
A partir de ahora, informó la empresa, el Grupo Antolín dispone de la capacidad tecnológica y productiva para ofrecer todo el interior del automóvil, al incorporar los paneles de instrumentos, además de mejorar su tecnología en la fabricación de puertas. En este sentido, la compañía no ha descartado ubicar una nueva fábrica en Burgos a largo plazo si prosperan nuevos proyectos con constructores nacionales.
La compra se ha financiado a través de la emisión de 400 millones en bonos senior a 7 años, más un crédito sindicado de 200 millones a 5 años.
Fuente: Diario de Burgos