La apuesta del Grupo Mahou-San Miguel por su planta de Burgos se ha traducido en unas inversiones de 37,8 millones de euros en la última década, destinadas a la mejora de la capacidad y de los resultados de una de las fábricas estratégicas de la primera compañía cervecera española. La última realización, actualmente en proceso y que se prevé culminar a lo largo de este verano, es el cambio de imagen de la fachada de esta industria y la adecuación de su interior para permitir, entre otras mejoras, las visitas de personas con la movilidad reducida.
Estas obras, explica el nuevo director de esta industria, César Rodríguez Muñoz, se acometen sobre el edificio que se construyó en el año 1964 -que entonces acogió a la Compañía Hispano Holandesa de Cerveza (Gulder), pionera del Polo de Desarrollo- y pretenden renovar la imagen de la planta acorde con la actual del grupo Mahou-San Miguel. Se mantiene la estructura arquitectónica, considerada como un icono industrial de los orígenes del Polo, pero cambiarán los colores corporativos.
En el interior, se ha dotado a las instalaciones de un ascensor para personas con movilidad reducida y se han colocado rampas de acceso a la pasarela superior desde la que los visitantes pueden contemplar todas las zonas de fabricación y envasado. Mahou-San Miguel es una de las fábricas más visitadas de la ciudad, atendiendo a un promedio de más de 8.000 personas cada año.
La reforma en el interior también incluye mejoras y ampliación de la zona de atención sanitaria y rehabilitación terapéutica para los empleados. Asimismo, se ha construido un pequeño gimnasio donde imparten talleres a los trabajadores centrados en la seguridad y salud en el trabajo.
La planta de la carrera de Logroño cuenta con una media de 130 trabajadores en plantilla, entre fijos y eventuales, además de las empresas de mantenimiento, limpieza y logística que trabajan para esta industria. El Grupo, con ocho centros de elaboración de cerveza (uno en India) y dos plantas de envasado de agua, supera los 2.700 trabajadores en plantilla.
Eficiencia
De los 37,8 millones de euros invertidos en la última década en Burgos, 1,3 se gastaron en 2013 (último dato facilitado por la compañía) en un total de 27 proyectos de mejora de procesos productivos y renovación de sistemas y equipos, mejora de calidad en el trabajo y mejora en la sostenibilidad medioambiental.
Mientras aumentaba su capacidad hasta alcanzar los 2,2 millones de hectolitros de cerveza al año (el grupo produce 12,9 millones), en los últimos diez años se han renovado la mayor parte de los equipos buscando una mayor eficiencia y menores consumos en los procesos. De hecho, ha reducido un 14% el consumo eléctrico y térmico (gas natural), mientras que el consumo de agua necesaria para el proceso de elaboración se ha reducido hasta un 7,5%.
La fábrica cervecera cuenta con su espacio de producción junto a la carretera de Logroño, 68.000 metros cuadrados, entre los que se incluyen 5.000 en almacén de lleno y otros 5.000 en vacío. En Villalonquéjar cuentan con centro logístico de 15.000 metros cuadrados, que acoge toda la producción que se realiza con destino al sector de la alimentación.
Cuatro líneas de producción multiformato (botella retornable, no retornable, lata y barril) trabajan toda la gama de productos que produce la compañía, que etiqueta más del 75 por ciento de la cerveza española que se consume en el mundo y está presente en más de 50 países.
«Es una fábrica muy versátil y su localización es muy importante para abastecer la demanda del norte de España», señala el director, que añade que ahora empiezan su temporada alta de su negocio, la producción de cara a los meses de verano, los de mayor consumo de cerveza en España. En estos momentos, la fábrica solo detiene su producción durante la tarde de los sábados.
Como ejemplo de su capacidad, en Burgos se pueden fabricar 42.000 latas de cerveza y 61.000 botellas de tercio a la hora, entre otros productos. Los 50.000 kilos de lúpulo y los 21 millones de kilos de malta que consume esta industria son en un 60% y un 90%, respectivamente, de cosecha nacional. No obstante, recuerda César Rodríguez, una de sus principales ventajas es contar con una de las materias primas de mayor calidad de España, el agua corriente de Burgos, uno de los motivos que atrajo hace 50 años a la holandesa Gulder a orillas del Arlanzón.
Recuperación
Por los datos de demanda que maneja para regular las producciones, el responsable de Mahou-San Miguel confirma un aumento del consumo de cerveza a lo largo del último año en todos los ámbitos aunque, aún no se atreve a confirmar la «recuperación».
Recientemente, los datos de la Agencia Tributaria sobre la recaudación de los impuestos especiales que gravan a las bebidas alcohólicas apuntaban a que el consumo de cerveza en España alcanzó los 3.408 millones de litros el pasado año, un 3,5% más, lo que supone el mayor registro de la historia.
El sector también apunta a una recuperación del consumo en la hostelería tras varios años de descenso. Habrá que constatar esta tendencia en los resultados registrados por el grupo Mahou-San Miguel en 2014, que se conocerán en breve plazo.
Fuente: G. Arce – Diario de Burgos
Fotografía: Alberto Rodrigo