Desde que estalló la pandemia no se había visto una gran demanda de energía por parte de las empresas burgalesas. Sin embargo, los meses de noviembre y diciembre se volvió a datos del 2019 o incluso mayores, lo que da a plantear una buena salud actual de la industria.

Cuando en marzo estalló la pandemia, el consumo de electricidad se desplomó al 8.34%. Poco a poco, sobre todo tras el estado de alarma, se ha ido recobrando los valores del 2019. Pero no ha sido hasta noviembre hasta que se superó la barrera de consumo respecto al 2019. En este mes, se demandó 125,3 millones de kilovatios hora frente a los 117,7 de 2019.

Este dato, podría significar el remonte de la actividad de muchas fábricas y compañías.

Además, este dato contrasta con el del sector residencial. Durante la pandemia había aumentado su demanda de electricidad, impulsado por el confinamiento domiciliario, pero en noviembre cayó por primera vez.

Fuente: Diario de Burgos