La UBU ha conseguido una nueva línea de ayudas con los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. En este caso para la colaboración público-privada entre Ciencia e Innovación.

Con casi 1 millón de euros, la UBU recibirá 200.000 y el para los otros cuatro socios, tres de ellos burgaleses: Hypatia, del Grupo Nicolás Correa, Talleres Mecanizados Especiales y el Centro Tecnológico de Miranda.

Álvaro Herrero estará al cargo de la coordinación científica del área de Lenguaje y Sistemas Informáticos. Está al frente del grupo de investigación de Inteligencia Computacional, que trabajarán las firmas industriales del mecanizado.

Concretamente se va a trabajar con el concepto de máquina-herramienta, que incluye fresadoras y tornos. Se estudiarán los procesos de producción así como los cabezales metálicos. Aquí entra en juego la taladrina. Un lubricante industrial imprescindible y que presenta problemas, tanto por sus cambios químicos como por estar expuesto a una fuente inagotable de microorganismos. Cuando se contamina ya no cumple su función y las empresas tienen que proceder al vaciado de los tanques en los que se acumulan miles de litros. Esto supone un importante coste económico y una complicada gestión de este residuo no convencional.

El objetivo del proyecto es buscar una solución para aumentar la perdurabilidad de este lubricante y que sea un ahorro económico para las compañías y un aporte a la sostenibilidad medioambiental.

La labor investigadora se centrará en inteligencia artificial para monitorizar el estado de la taladrina. Se buscará aumentar su perdurabilidad anticipándose a los problemas. Para ellos, se colocarán sensores en distintas partes de la maquinaria y se obtendrán datos constantes y de calidad para detectar las posibles anomalías. La información se trasladará a una plataforma Big Data que alertará al responsable de mantenimiento de la fábrica para que realice la actuación recomendada.

Fuente: DiarioDeBurgos