Las previsiones del sector de la automoción en Burgos para un futuro más o menos cercano pasan por un optimismo moderado. La fecha clave a la que aluden los empresarios es 2018, momento en que prevén un crecimiento después de la estabilidad que ven a corto plazo. Así lo manifestaron tanto responsables de industrias locales como el presidente de la patronal burgalesa (FAE), Miguel Ángel Benavente, momentos antes de una jornada técnica que se celebró el 19 de noviembre en el Fórum Evolución, con motivo del 50 aniversario de la creación del Polo de Desarrollo.

«Vemos el futuro positivo», manifestó el director de planta de Benteler, Manuel Álvarez, después de la reunión del grupo mantenida en Alemania para planificar la estrategia de la compañía hasta 2020. En este punto, detalló que a corto plazo habrá «como mínimo estabilidad» y a partir de 2018 se espera un crecimiento, principalmente en la fábrica de Burgos. También esa fecha citó el responsable de FAE, para quien este sector de industria puede «presumir de haber superando la crisis», situando así a Burgos en mejor situación que otras provincias. Benavente quiso diferenciar que en la automoción una cosa es la venta de vehículos, que ha bajado notablemente en los últimos años, y otra la fabricación de estos, lo que supone que las empresas auxiliares han continuado produciendo para Europa y el resto del mundo. Y dentro de una previsión alentadora, previó que para 2017 o 2018, «España recuperará la cifra de tres millones de coches que tuvo muy cerca antes de la recesión».

El director general de Industria de la Junta, Carlos Martín, presente en la jornada, lanzó también un mensaje de optimismo, aunque «con el freno de mano echado». Sus matices tienen ver con lo que considera un «problema» en Europa, que es la sobrecapacidad de producción que del viejo continente. Algo -agregó- que cuando se mantiene en el tiempo deja de ser una coyuntural a estructural, lo que supone la toma de medidas como el cierre de plantas. Las alternativas que existen para absorber esta sobrecapacidad pasan, según Martín, por exportar a terceros país, lo que considera que tienen más fácil los proveedores que generan tecnología propia, que los fabricantes de automóviles. De igual forma, se refirió a la flexibilidad laboral, aludiendo en este caso a la rebaja de salarios, que «si llega al fabricante también tiene que llegar a los proveedores». También habló de la formación de los trabajadores y advirtió de que en el próximo marco europeo se reducirá la capacidad de ayudas de las administraciones públicas.

No dudó el responsable del Gobierno regional en calificar a Burgos como el «motor del sector de la automoción» en la región, aludiendo a que firmas como Antolín son más conocidas en el entorno internacional que el propio territorio de Castilla y León. Y en ese mismo peso industrial local hizo hincapié el alcalde, Javier Lacalle, que inauguró la jornada de ayer ante una sala de ensayos del Fórum repleta de empresarios y con presencia de alumnos de FP. Para ello, dio cifras como los 10.000 empleos directos, que representan el 23% del vinculado a esta industria en la región, así como que Burgos supone el 18% del tejido empresarial de este sector en toda de Castilla y León.

Fuente: Diario de Burgos / Foto: Instalaciones Benteler

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