La Dirección General de Calidad y Sostenibilidad Ambiental plantea crear en Burgos una gran ‘red de calor’ que, mediante tuberías subterráneas, abastezca a las empresas interesadas en abandonar sus fuentes de energía tradicionales y apuesten por la biomasa. Esta idea, que comenzó a fraguarse en el momento en que se inauguró la planta de biomasa de L’Oréal, en septiembre del año pasado, ha dado un paso adelante con la primera reunión de trabajo a tres bandas entre la Junta, el Ayuntamiento y la Asociación de Empresarios del Polígono de Villalonquéjar. Esta es la mejor expresión de que el proyecto, aún muy incipiente pero ambicioso y sin marcarse límites, va para adelante.

La idea parte de aprovechar las instalaciones de la planta que se construyó junto a L’Oréal y para la que se invirtieron más de 14,5 millones de euros (2,5 de la multinacional y 12 de la sociedad mixta Biocén). La factoría de cosméticos solo precisa del 70% de la energía que se genera y eso, junto al hecho de que se pueda construir una segunda caldera que duplique la producción, hace que se abran las posibilidades a otras empresas del polígono. Por de pronto, según se comentó en la reunión, parece que Benteler quiere engancharse.

Si esta planta se quedara pequeña, la Junta ve con buenos ojos la posibilidad de que junto a ella (L’Oréal cedió el terreno a la empresa que lo explota) se construya alguna más a futuro. Y es que, el edificio ocupa 3.800 metros cuadrados y hay más de 13.500 libres. Aún es pronto para saber cómo se va a desarrollar este proyecto ya que en buena medida variará en función de las empresas que se sumen. En un principio se piensa en la posibilidad de que las tuberías discurran por el subsuelo de la calle López Bravo ya que se entiende que así la mayoría de las fábricas estarían a una distancia razonable de unos 150 o 200 metros. Se podrá aprovechar para realizar las canalizaciones en las obras prometidas para arreglar la urbanización del polígono.

La Junta, a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl) se compromete a asumir las inversiones que fueran necesarias para ampliar la planta de L’Oréal con la segunda caldera o incluso levantar otras nuevas. Las empresas, por su parte, deberán, además de pagar la factura del consumo, asumir el coste del enganche y el de adaptar sus instalaciones a la biomasa (como tienen que hacer con cualquier otro suministro).

Entre las ventajas de la biomasa, una fuente de energía mucho más sostenible y hacia donde caminan buena parte de las políticas medioambientales de las grandes multinacionales, están las de no producir emisiones de CO2, ser más económica (en este momento es un 30% más barata que las convencionales) y ser menos dependiente del exterior. La materia prima está en los bosques de la provincia y es incluso una fuente de riqueza para el territorio.

La concejala de Medio Ambiente, Carolina Blasco, destacó que la Junta ha fijado sus ojos en Burgos al entender que el polígono de Villalonquéjar, el más grande de toda la región, reúne los requisitos para poder intentar desarrollar esta red. Además de tener el espacio para ampliar la planta de biomasa (a futuro podrían ponerse allí geotérmicas o fotovoltaicas…), se da la circunstancia de que es un lugar en el que están asentadas grandes empresas con consumos importantes de calor. Nunca antes la Administración regional había impulsado una iniciativa así en suelo industrial, si bien sí lo ha hecho en algún espacio residencial de Valladolid (en la zona de la Universidad).
Blasco comentó que se planteará la posibilidad de que la Sociedad de Aguas también se sume con la depuradora al proyecto de la red biomasa ya que en los procesos de hidrólisis en el tratamiento de lodos sí que se necesita el calor. Un camino, según defendió, hacia la sostenibilidad que además se espera que produzca un ahorro económico.

El Ayuntamiento, además, estudiará si es posible que no se cobre la tasa de ocupación de dominio público de las tuberías de esta red hasta que no se hayan amortizado las obras. Ya sea Somacyl la que se encargue de la gestión o una empresa externa a la que se le adjudique este negocio. No hay plazos de inicio ni límites al proyecto. Para febrero se ha fijado una nueva reunión para conocer cuál es la opinión de las empresas. Una tarea en la que trabajará la Asociación de Empresarios del Polígono de Villalonquéjar en las próximas semanas y que servirá para empezar a intuir si se pueden conseguir más adeptos.

El presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera recordó en septiembre que el objetivo es conseguir que en 2020 el 8% del consumo energético provenga de la biomasa. Ahora se está en el 4%.

Fuente: Diario de Burgos / Foto: Ángel Ayala

Deja una respuesta

Your email address will not be published. Required fields are marked *