Cada más y cada vez más lejos. La investigación que realiza el Hospital Universitario de Burgos (HUBU) traspasa más fronteras, según explicó la semana pasada la responsable de la Unidad de Investigación del centro hospitalario, María Jesús Coma, durante la celebración del acto académico de fin de curso.
Coma destacó el «crecimiento que se ha originado desde que hemos venido a este hospital». Esta proyección internacional queda reflejada en el impacto que tienen las publicaciónes de los resultados de investigación en revistas científicas. El pasado año se cerró con 275 publicaciones, mientras que en 2013 fueron 239. El factor impacto -que mide la importancia de una publicación- ha crecido de forma exponencial desde el año 2010, al pasar del índice 237.710 al 521.201 del pasado año. En este aspecto, destacan los servicios de Oncología Médica, Hematología y Hemoterapia y Medicina Intensiva. «Lo bueno es que se pueden destacar no una sino muchas» áreas.
Pero lo más destacado, en opinión de Coma, es que estos trabajos de investigación se hacen «con el enfermo, por el enfermo y para el enfermo». Y puso como ejemplo el hallazgo de que la arteroesclerosis «puede estar originada por una infección». Descubrimiento publicado en las mejores revistas científicas del mundo. Otro ejemplo de esta expansión internacional lo ofrece el estudio de trastornos del sueño, en el que «las últimas comunicaciones fueron a Estados Unidos». En este sentido, la Unidad de Sueño ha colaborado con Comunicación Audivisual de la Universidad de Burgos para elaborar un cd rom para los niños que vienen a la unidad.
Son muestras del trabajo de investigación que se realiza en el hospital. Así como la labor docente. En este aspecto, Coma resaltó que tras haber sido pioneros en programas de docencia y haber pasado años de menor actividad, el año anterior «pudimos remontar», lo que se ha traducido en 24 doctorandos trabajando y con seis tesis leídas el pasado año. Las infraestructuras ayudan, como las instalaciones de Cirugía Experimental del Divino Valles. El salto cualitativo dado a partir del cambio de hospital, que ha permitido esta proyección internacional, contrasta, según indicó Comas, en cierto olvido de la Comunidad. «No hacemos victimismo, pero cuando se promovió desde las autoridades sanitarias de investigación la ubicación de centros punteros, en la región se lo dieron a Salamanca. Han pasado cinco años y en Salamanca hay un ensayo clínico y en Burgos, tres», aseguró. El acto de fin de curso también sirvió para entregar los premios de investigación. Adriana C. Moncada recibió el premio al mejor proyecto de investigación MIR; Lourdes Martín Viñé fue reconocida por el mejor proyecto en cuidados de enfermería; el doctor Santiago González Quijada recibió el premio al mejor trabajo de investigación; el segundo premio fue para la doctora María Luz Alonso Álvarez y el tercero para el doctor Carlos García Girón. El premio Pepita Arnaiz del Río fue para la doctora Ana Navazo Eguía.
El acto se cerró con la conferencia ‘El sanatorio de Fuente Bermeja y la lucha antituberculosa en Burgos’, del doctor Martín de Frutos Herranz, presidente del Comité Ético de Investigación Clínica.
- Fuente: El Correo de Burgos
- Fotografía: Israel L. Murillo