La información que se genere en los once campus de las universidades públicas de Castilla y León viajará por una red de ‘autopistas’ de fibra óptica oscura a finales de año. Para ello, este verano se abrirán los primeros tramos para realizar las pruebas técnicas y comprobar que el flujo de datos no sufre cortes. Entre tanto, continúan los trabajos para finalizar la instalación de los 1.355,7 kilómetros de cableado, así como de los equipos que permitirán las conexiones entre puntos separados a más de 100 kilómetros.
Este anillo, que cuenta con once ramales de diferentes longitudes, coserá de norte a sur y de este a oeste los entornos universitarios de la Comunidad, garantizando comunicaciones de altas prestaciones a los centros científicos y tecnológicos más punteros de la Comunidad. Este proyecto supondrá una inversión total superior a los 6,95 millones de euros, de los que la Junta de Castilla y León asumirá 2,26 millones y Red.es, 4,69. Si bien esta entidad, adscrita al Ministerio de Economía y Competitividad, financia alguna otra actuación de esta red, una de las más extensas del país.
El entramado facilitará el desarrollo de proyectos compartidos entre investigadores de diferentes campus debido a que se trata de circuitos de muy alta capacidad (diez gigabit por segundo), con muy baja latencia, plazos de activación muy reducidos y capacidad de gestión extremo a extremo. Además, podrán acceder a recursos científicos e instrumentos en remoto e intercambiar información a gran velocidad, disponiendo enlaces alternativos, que garantizan la redundancia, ante un posible fallo.

En este momento se está rematando la instalación de los ramales de fibra óptica con el objetivo de que estén listo en este mes o julio, si bien uno de ellos se encuentra más retrasado -Burgos-Segovia- ya que se contrató más tarde. Aunque gran parte de los 1.355 kilómetros ya están tendidos sobre el territorio castellano y leonés, ahora se están revisando los circuitos y enlaces, según explicaron fuentes del Centro de Supercomputación, que dirige el proyecto, que comparten las consejerías de Educación y Fomento y Medio Ambiente.
En ese sentido, el director general de Calendula, Antonio Ruiz Falcó, explicó a Ical que los parámetros exigidos a la fibra son muy elevados por lo que se están probando algunas conexiones que no garantizan la calidad exigida en las comunicaciones. Confío en que en unas semanas se concluyan estas pruebas y la red quede lista para iniciar la siguiente actuación, que consiste en la instalación de los equipos de ‘iluminación’ o lectura de los datos que viajarán por esta ‘autopista’, algo que llevará en total 21 semanas, si bien los plazos se pueden acortar.
Esta infraestructura dotará a la Comunidad de una infraestructura troncal que podría albergar otros usos ya que estará conectada con la red nacional RedIris-Nova, que se caracteriza por tener 14.000 kilómetros con 175 puntos equipados con tecnología óptica. Además, permitirá a los centros de investigación de Castilla y León sumarse a los flujos de información de la comunidad científica internacional a través de la red académica europea Géant y supondrá también un importante ahorro en los gastos de comunicaciones de los centros universitarios.
La Red de Ciencia y Tecnología está compuesta por once enlaces de fibra óptica, con otros tantos puntos de presencia en los campus de las nueve capitales de provincia, así como en Ponferrada (León) y Béjar (Salamanca). El despliegue de la fibra, que supondrá una inversión de 4,69 millones, comenzó a mediados de octubre y finalizará a mediados de diciembre.

Se trata de seis tramos con un periodo de utilización de 17 años, que se podrá prorrogar. El primero unirá los campus de la Universidad de Salamanca de esta ciudad y Zamora; el segundo está previsto para conectar los de la UVa (Universidad de Valladolid) en la capital del Pisuerga y Palencia, mientras que el tercero está previsto entre León (Universidad de León) y Valladolid.
El cuarto enlace de fibra unirá los campus de la Universidad de Salamanca en Zamora y el campus Vegazana de la ULE; el quinto, la Universidad de Burgos y La Yutera, en Palencia; y el sexto, los campus berciano y leonés de la ULE. A estos se suman otros cuatro: Salamanca-Béjar, Salamanca-Ávila, Ávila-Segovia y Burgos-Soria, ya incluidos en los planes de despliegue de RedIRIS-NOVA, que ha contado con una partida de 138 millones de euros entre 2009 y 2013.

Fuente: Diario de Burgos