Se creó oficialmente en junio de 2014 por acuerdo del Consejo de Gobierno de la Universidad de Burgos y desde entonces el Centro internacional de investigación sobre materias primas críticas para tecnologías industriales avanzadas (ICCRAM según sus siglas en inglés) ha logrado atraer al campus burgalés 1,6 millones de euros en nueve proyectos europeos. El objetivo de todos ellos, con independencia de su campo de aplicación (medicina, aeronáutica, industria, telefonía, energía…), es la búsqueda de nuevos materiales claves en el desarrollo de la tecnología más puntera, bien para depender menos del mercado asiático que monopoliza algunos componentes o para avanzar en la innovación industrial del futuro.
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