La planta burgalesa de L’Oréal ha estranado una central térmica de biomasa que permitirá a la factoría proclamarse libre de emisiones de CO2 en 2015. Los responsables de la firma multinacional francesa de cosmética, que centraliza en el polígono burgalés de Villalonquéjar su fabricación de productos capilares, quisieron celebrar este avance pionero que facilitará al grupo L’Oréal acercarse a los compromisos de sostenibilidad fijados en su programa Sharing Beauty With All para 2020, año en el que aspira a reducir su huella ambiental global en un 60%, tanto en proyección de CO2 como en consumo de agua. Estos detalles ‘sonaron’ a modo de prólogo en la inauguración de las instalaciones que congregaba ayer a políticos locales y regionales, así como a representantes de distintas entidades económicas y sociales de la ciudad.

François Xavier Fenart, presidente de L’Oréal España, afirmó que esta inversión, más allá de demostrar la responsabilidad que la firma «mantiene con sus consumidores, empleados, proveedores y las comunidades en las que se desarrolla su actividad», es la prueba de que se puede aunar el interés económico y el general. Un mensaje en el que ahondó Miguel Castellanos, director internacional de Seguridad, Higiene y Medio Ambiente de L’Oréal, quien aseveró que para sumar los mil millones de consumidores que pretende la firma «debemos hacer más con menos» y, en ese sentido, elevó a la planta de Burgos a «ejemplo de sostenibilidad para todo el mundo».

Por su parte, Ana San Juan, directora de esta fábrica burgalesa, recordó que el de la central térmica de biomasa no es el primer proyecto que avala la apuesta por el medio ambiente de la planta ubicada en Villalonquéjar desde 1971. «El compromiso se remonta a 1997 con la instalación de placas termosolares», una política medioambiental que hace de esta fábrica con 450 trabajadores «una de las más eficientes del grupo a pesar de la complejidad que supone la elaboración de 1.500 fórmulas y 4.000 referencias comerciales» que se distribuyen en 52 países.

Sobre las nuevas instalaciones precisó que su capacidad para generar vapor, agua caliente, agua fría y electricidad servirá para cubrir la totalidad de las necesidades energéticas de la planta. La central de biomasa ocupa 3.800 metros cuadrados y está situada en un terreno de 13.700 metros cuadrados anexo a la fábrica. De su concepción, construcción y gestión se ha encargado Biocen, empresa público-privada formada por la sociedad Cenit Solar, que aporta tecnología e ingeniería, y por la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León (Somacyl). El proyecto ha supuesto una inversión de 14,5 millones. Biocen ha aportado 12 y L’Oréal los 2,5 restantes.

Fuente: El Correo de Burgos