El consejo de administración del Grupo Alfa, matriz de Sigma, ha dado el visto bueno a la inversión de 215 millones de euros para la construcción de la fábrica en La Bureba, cuyas obras comenzarán en próximas fechas. La noticia se ha dado a conocer poco después del anuncio de que la compañía mexicana se ha hecho con el 100% del capital de Campofrío Food Group, tras comprar el 37% que estaba en manos de la china WH Group, un paso calificado como «muy importante» y que ha sido «muy bien recibido porque supone una clara apuesta del que era socio mayoritario por el futuro de la compañía, su estrategia y sus personas».
Desde la dirección de Campofrío se lanzó ayer un mensaje de tranquilidad y confianza para despejar cualquier incertidumbre que haya podido surgir entre los trabajadores, las empresas vinculadas a la cárnica y las administraciones públicas que se han implicado en su futuro. Esta operación, subrayaron, «va a facilitar y agilizar el plan estratégico que ya tenía la compañía porque, hasta ahora, había que convencer a dos socios que no necesariamente podrían tener la misma visión». «Ahora -añaden- es solo uno, que conoce la compañía muy bien y que ha vuelto a invertir en ella 354 millones de dólares: Alfa y Sigma entienden de este negocio y de este sector y, por lo tanto, nos van a facilitar mucho la vida…».
Campofrío también indicó que el cambio en su accionariado no tendrá efectos en la estrategia y los compromisos que tiene adquiridos. «En este caso, el accionista que tenía aprobado todo adquiere la mayoría absoluta, por lo que se facilitará lo que ya está en marcha»; entre otras cosas, el proyecto de construcción de la fábrica de La Bureba, sobre el que «estamos mucho más seguros de lo que estábamos antes porque quien nos ha comprado ya ha aprobado el proyecto:ahora estamos 200% seguros de que se llevará a cabo».
En este sentido, la dirección acepta mantener una reunión con los representantes de los trabajadores en próximas fechas, aunque el contenido de la misma no variará del proyecto que se les presentó hace unos días en Burgos. «Lo que antes había programado el 66% de la compañía ahora lo hace el 100%…».
Respecto a la salida de la mayor empresa de carne de porcino del mundo del accionariado y la posible competencia que ejercería WH Group en Europa (como advertía CCOO), Campofrío hace hincapié en que «la competencia nunca nos asusta ni nos preocupa porque estamos acostumbrados a competir».
No obstante, reconoce el tamaño y poder de WH Group, aunque lo enmarca en el mercado de la carne fresca de porcino no en el de la elaboración de cárnicos, productos de mayor valor añadido en los que Campofrío es líder. «Es, por tanto, una competencia relativa».
Además, la presencia de la antiguo socio chino se circunscribe en países del Este europeo, Polonia y Rumanía, y al 90% en carne fresca. «WHGroup -concluyen desde la dirección de Campofrío- no es una competencia ni directa en cuanto al tipo de productos ni en cuanto a geografía».
La cárnica de origen burgalés tampoco ve riesgo de perder capacidad de exportación a China, el mercado más grande del mundo y el de mayor crecimiento. Desde la dirección se ejemplifica esta postura señalando que las fábricas de Campofrío exportan aproximadamente 60.000 toneladas al año [cifras redondeadas a título explicativo], de las que 40.000 corresponden a Carnes Selectas. La mitad de esta cifra es exportada a Asia, y de esa cantidad, 10.000 toneladas se venden en China y solo 200 de estas se comercializaban a través de WH, mientras el resto se tramita con otros clientes. «El negocio de China no está afectado, ni el de Carnes Selectas».
- Fuente: Diario de Burgos
- Fotografía: Alberto Rodrigo